TEL AVIV.- El gobierno de Israel está dividido sobre si debe continuar con la ofensiva militar en la Franja de Gaza, que ya dura casi tres semanas. Algunos miembros, de los siete que integran el gabinete de seguridad del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, presionan para que se intensifique el operativo. Otros, están a favor de una retirada el jueves. Estas divisiones surgieron tras la reunión del domingo. El encuentro concluyó sin hacer públicas sus conclusiones.
Los que están a favor de continuar con la ofensiva consideran que Israel debería apostar por destruir la parte principal de los túneles, que los milicianos en Gaza usan para infiltrarse en Israel.
Otros, entre ellos el ministro de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, un defensor de la línea dura, así como el ministro de Economía, Naftali Bennett, se han mostrado a favor de seguir en Gaza el tiempo que sea necesario hasta acabar con Hamas.
Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Moshe Yaalon; el de Finanzas, Yair Lapid, y la ministra de Justicia, Tzipi Livni, se inclinan a favor de poner punto a la ofensiva antes del fin de semana.
Preocupado porque Netanyahu se deje llevar por la presión pública, el presidente, Barack Obama, conversó por teléfono con el primer ministro. Obama exigió un alto el fuego humanitario inmediato y sin condiciones previas. Obama respaldó “el derecho de Israel a defenderse” y condenó “los lanzamientos de cohetes de Hamas”, pero también expresó su “seria y creciente preocupación por el creciente número de civiles palestinos muertos”.
Desde el domingo, Israel sigue un alto el fuego, no oficial, por el inicio de la fiesta musulmana Eid el Fitr. Con la tregua, Israel suspendió los ataques, pero sigue destruyendo los túneles de Gaza y responde a ataques aislados de cohetes. Las próximas horas podrían ser claves, mientras el gabinete de seguridad sigue deliberando.